Información Explícita
1. Definición del contenido o tema
Uno de los aspectos más difíciles de llevar a la práctica en el aula es aquél que se refiere a la evaluación de los aprendizajes. Evaluar es un proceso sistemático de recogida de información, a partir del cual se formulan juicios de valor que orientan la toma de decisiones sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje, con el propósito de incidir en su mejora.
Uno de los aspectos más difíciles de llevar a la práctica en el aula es aquél que se refiere a la evaluación de los aprendizajes. Evaluar es un proceso sistemático de recogida de información, a partir del cual se formulan juicios de valor que orientan la toma de decisiones sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje, con el propósito de incidir en su mejora.
Desde una concepción actual, el aprendizaje y la evaluación son procesos imbricados. La evaluación da (o debería dar) la oportunidad de retroalimentar en forma continua al alumno sobre cómo y qué está aprendiendo. En la sala de clases cuando el estudiante escucha al profesor y le hace una pregunta, el docente “evalúa” (o debería evaluar) la capacidad del estudiante para integrar la información, para asociarla a otros conocimientos, para analizar lo planteado, etc.; cuando el estudiante responde una pregunta que exige realizar una inferencia a partir del texto leído, y que un mes atrás no podía responder, el profesor está haciendo un seguimiento (o debería hacerlo) sobre su comprensión lectora, sobre las condiciones que favorecieron ese logro, sobre cómo proyectar su aprendizaje. Estas conductas (entre otras) de los alumnos y las alumnas, son observadas por el profesor e integradas a su bagaje de información sobre cada estudiante en la medida que considere que dichos comportamientos son relevantes y que efectivamente le dan información sobre el aprendizaje de sus alumnos. Es decir, que lo que el docente considera relevante de evaluar es aquello que considera importante que aprendan.
Por esa razón, reconocer la importancia de cada una de las habilidades que permiten comprender en profundidad los contenidos curriculares referidos a la comprensión lectora, es esencial en la labor docente. Pero, además, debe contar con las herramientas para planificar adecuadas situaciones e instrumentos de evaluación. Junto a ello, dichas planificaciones deben ser coherentes entre lo que se pretende evaluar y el instrumento o situación de evaluación que se diseña para ello.
Al comprender un texto los estudiantes ponen en juego una serie de habilidades que se integran unas a otras para construir el sentido de lo leído. Una de las habilidades que los lectores deben desarrollar es la de extraer información explícita del texto, la que puede estar referida a datos numéricos (fechas, edades, estaturas, distancias, etc.), nombres de lugares, animales, personas o personajes; características de lugares, personas o personajes; hechos ocurridos en el texto; información expresada por personas o personajes (citas textuales); referencia a objetos mencionados en el texto; información parafraseada. Es decir, los lectores recuperan información de la memoria a corto plazo, para poder ubicar en qué parte del texto se encuentra la información solicitada, construyendo el sentido del texto en su nivel literal.
Los lectores identifican información diversa, cuya localización supone diferentes grados de complejidad. Información que está destacada o al inicio del texto será más fácil de extraer que información que se encuentra al medio o al final del mismo. La tarea es aún más compleja si el texto presenta numerosos datos de la misma categoría (próxima a otras semejantes), por ejemplo, diferentes fechas.
Los estudiantes pueden demostrar su capacidad para extraer información del texto de diversas maneras, a través de: preguntas sobre lo leído, organizadores gráficos que den cuenta de información específica, descripciones, dibujos hablados, entre otros.
2. Sentido de su aprendizaje
La lectura es una competencia que da a las personas la oportunidad de acceder a la cultura, por lo que es un elemento de suma importancia. Esto implica apropiarse de sus códigos, informarse, conocer diferentes visiones de mundo y puntos de vista, imaginar, recrear e identificarse; lo que genera empatía y ejercita la abstracción ya que los conceptos que envuelve la lectura nunca son concretos.
Desarrollar en los alumnos la capacidad para extraer información explícita de los textos que leen es esencial para acceder a la comprensión de lo leído. El funcionamiento en la vida diaria exige leer diversos tipos de textos y extraer de ellos: cifras (por ejemplo, precios), datos de horarios, información específica sobre funcionamiento de juguetes y aparatos eléctricos, fechas, entre otros datos. Además, los diferentes sectores de aprendizaje del sistema escolar formal demandan del estudiante conocer y reconocer diversos conceptos y datos.
Realizar un seguimiento sobre el desempeño de los estudiantes en esta habilidad de la comprensión lectora es central para fortalecer la competencia lectora.
3. Niveles o ciclos en que se aborda
La comprensión de lectura es una de las competencias centrales no solo del sector de aprendizaje de Lenguaje y Comunicación, sino de los diversos sectores de aprendizaje. Como lo son ciencias u otros ramos humanísticos, como historia, filosofía y psicología. Por ello, la lectura es uno de los tres ejes centrales e importantes del aprendizaje en general.
Específicamente, la habilidad de extraer información explícita de los textos que se leen tiene lugar en todo el ciclo escolar.
La comprensión de lectura es una de las competencias centrales no solo del sector de aprendizaje de Lenguaje y Comunicación, sino de los diversos sectores de aprendizaje. Como lo son ciencias u otros ramos humanísticos, como historia, filosofía y psicología. Por ello, la lectura es uno de los tres ejes centrales e importantes del aprendizaje en general.
Específicamente, la habilidad de extraer información explícita de los textos que se leen tiene lugar en todo el ciclo escolar.
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