Información Implícita
Este tipo de información, a diferencia de la explícita, no está expresada de manera clara y directa por el autor del texto. Se debe inferir, es decir, se deben reconocer las claves en el texto para interpretarla y evaluarla.
Cuando inferimos información de un texto buscamos el significado más allá de lo literal. Es decir, deducimos nueva información a partir de la información dada en el texto.
Algunas veces, desconocemos el significado de una palabra o de una frase, y ello puede deberse a que el autor no presenta explícitamente alguna información.
A medida que va leyendo un texto, un buen lector, aprovecha las pistas que va encontrando, aprovecha el contexto, trata de identificar de inmediato la idea general del texto. Asimismo, trata de identificar lo que ha comprendido para entender la parte del texto que desconoce Por ejemplo, si no conoce el significado de una palabra, podrá leer nuevamente esa palabra con más cuidado y tratar de deducir su significado en el contexto de la lectura. En resumen, podemos comprender realmente un texto solo si somos capaces de deducir las ideas principales que están implícitas.
Estos ejercicios nos permitirán comprender mejor esta idea:
• SI OBSERVO que muchas personas salen con abrigo a la calle INFIERO QUE Hace mucho frío fuera de la casa.
• SI OBSERVO una nube gris INFIERO QUE seguramente va a llover.
• SI OBSERVO que la gente sale llorando del cine INFIERO QUE se trataba de una película triste
Existe otra forma de procesar información implícita, esto es evaluarla.
Cuando evaluamos un texto, un párrafo o una frase, transmitimos un juicio propio sobre su forma o sobre su contenido.
Pero la evaluación también significa que seamos capaces de hacer inferencias globales, es decir de la totalidad del texto y no de un solo párrafo o frase. La evaluación de información requiere que seamos capaces de transformar un texto, es decir convertirlo de lenguaje poético a lenguaje habitual, o viceversa.
Algunos ejemplos de preguntas que requieren información implícita son:
- Del texto se infiere que, se deriva que, se deduce que, etc.
- Del primer párrafo podemos deducir que, inferir que, concluir que, etc.
- De este texto se desprende que, se concluye que, etc
- La idea que mejor resume el texto es:
- ¿Para qué fue escrito el texto?
- ¿Cuál es el tema central del texto? ¿Cuál es la idea principal del texto?
Por otra parte, existen preguntas de inferencia local y otras de inferencia global.
• En las preguntas de inferencia local debemos inferir información específica de un párrafo o de una frase del texto, y debemos interpretarla.
• En las preguntas de inferencia global, debemos sacar conclusiones generales sobre el texto que acabamos de leer, como por ejemplo, definir o concluir la intención del autor.
• En las preguntas de inferencia global, debemos sacar conclusiones generales sobre el texto que acabamos de leer, como por ejemplo, definir o concluir la intención del autor.
En resumen, hablamos de inferencia cuando podemos extraer información nueva a partir de los datos explícitos de un texto. Ello ocurre cuando buscamos relaciones que van más allá de lo leído, cuando tratamos de explicar el texto de manera más amplia, y lo relacionamos con contenidos que hemos aprendido en otras ocasiones. De este modo, al inferir, podemos formular hipótesis y generar nuevas ideas.
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